Davide Caldirola
Paulinas
17,50 euros
En esta época de prisas parece que la vida pasa más rápido, que las horas vuelan. No podemos perder el tiempo "porque el tiempo es oro". Y, con esas prisas, no nos paramos a reflexionar, a dedicar un buen rato al encuentro con el amigo, con la familia. No podemos pararnos en los detalles, en los paisajes o con las personas que nos rodean.
El autor de este libro nos invita a detenernos en las distintas horas del día: la mañana, el día, la tarde y la noche. En cada una de ellas no se identifica principalmente el tiempo cronológico, sino lo que evocan en nosotros esos momentos cotidianos: una actitud, un sentimiento, una preocupación, una alegría, un deseo. Y todo ello al compás de distintos textos evangélicos, para dejarnos conquistar e iluminar por la Palabra, para que el tiempo, la gracia, las oportunidades que se nos ofrecen en nuesrto caminar cotidiano, formen también parte de las horas de cada uno de nuestros días.
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