G. K. Chesterton
Prólogo de Mons. Jesús Sanz Montes
Ediciones Encuentro
17 euros
"Me dirijo al hombre de la calle, escéptico pero también comprensivo, y mi única esperanza, bastante vaga por cierto, es que si abordo la biografía de este gran santo por el lado llamativo y popular que evidentemente tiene, tal vez logre que el lector perciba la coherencia de una personalidad intachable, al menos un poco mejor que antes; y que acometiendo su historia de esta manera, quizá vislumbre por qué el poeta que alababa a su señor el sol se escondía a menudo en una cueva oscura; por qué el santo, tan bondadoso con su hermano el lobo, era tan severo con su hermano el asno (como él mismo apodaba a su propio cuerpo); por qué se alejaba de las mujeres el trovador que confesaba abrasarse de amor; por qué se revolcaba deliberadamente en la nieve el cantor que se regocijaba con la fuerza y la viveza del fuego y por qué la poesía que exclama con pasión pagana: 'Alabado sea el Señor por nuestra hermana, la madre tierra, que nos da la hierba, frutos diversos y flores de intenso colorido' termina prácticamente con estas palabras: 'Alabado sea el Señor por nuestra hermana, la muerte del cuerpo'".
Gilbert Keith Chesterton (1874-1936) abandonó sus estudios de arte para dedicarse al periodismo y, durante su juventud, realizó algunas incursiones en el mundo del ocultismo. Comenzó escribiendo poesía y ensayos críticos sobre diversos escritores británicos, pero la fama y el reconocimiento internacional le llegaron con la escritura de novelas y relatos, obras llenas de imaginación, sentido del humor y hábil manejo lingüístico. Destacan sobre todo sus historias de trama detectivesca protagonizados por el Padre Brown. Anglicano, en 1922 se convirtió al catolicismo, y redactó biografías de San Francisco de Asís y Santo Tomás de Aquino.
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